El primer día del resto de mi vida


Cuando tienes sospechas de cáncer, mil cosas pasan por tu cabeza. Es como si se detuviera el tiempo, es un antes y un después.
Puedes asumirlo de acuerdo a la manera en que manejas la incertidumbre, ¿cómo has solido manejarla? ¿Has sido negativo? ¿Te has dado por vencido? O en cambio, ¿has dejado que las cosas vayan fluyendo mientras aceptas que las malas noticias forman parte de la vida? ¿Te has aferrado a alguien o a algo? Espero de corazón, que al menos hayas tenido a alguien que escuchara tus temores.
Cuando se confirma el cáncer, una película pasa frente a ti. El cáncer no se siente como sentirías la hipertensión o la diabetes. Así que al menos cuando te lo diagnostican, no te lo crees, por muy bien que te hayas preparado antes de pisar tierra.
Luego, está la familia, los amigos, la lástima, las lágrimas, la imaginación… sí, una imaginación fúnebre que va restando días a tu vida debido a esa indeseable palabra llamada “pronóstico”.
Para colmo de males, vivimos en la era del Internet donde resulta casi imposible no curiosear en Google sobre el tipo de cáncer diagnosticado. Vas acabando tus energías, vas acabando tus expectativas… vas dando fuerza al “pronóstico”.
De hecho, cometí ese gran error y me encuentro ahora tratando de formatear de mi cabeza todo lo absorbido durante la media hora que dediqué a esa investigación. Obviamente, es imposible pero no va a amilanar el derecho que tengo a pensar en una vida no cuantificada.
Antes de que las circunstancias de la vida me incluyeran en el grupo de personas representadas dignamente por el solidario lazo rosa, pensaba en cómo tomaría la noticia si ésta fuese negativa. Los cambios en mi pecho me hacían sospechar que el diagnóstico sería precisamente ese. Por eso, no hacía caso a quienes me animaban a ser optimista... Pero ¿cómo cambias algo que está dentro de ti? Precisamente, si esperas un diagnóstico más bien debes ser realista y prepararte por si la noticia no es lo que esperas. No digo con ello que se debas ser fatalista porque es malo para ti y para quienes te quieren. Echarte a morir es como haber perdido una batalla de muchas que nisiquiera empiezan.
Personalmente, prefiero una buena noticia a una desilusión. En el caso del cáncer de mama, hay cosas que te hacen sospechar que el 10% de probabilidad que tienes si te han diagnosticado un Birads 5, no estará a tu favor. Entonces, debes comenzar a armar tu estrategia para sobrevivir al cambio y tomar el diagnóstico como lo que es, lo que significa, lo que dicen quienes se encuentran más adelantados en esta lucha: "El primer día del resto de tu vida".
Mi primer día, se centró en animar a mi familia para que no pensaran en lo peor ya que nisiquiera sé en qué etapa se encuentra el cáncer. Creo que me agoté demasiado pero me sentía también satisfecha de crear un entorno en el cual reinara el optimismo pues ahora si lo necesitaba, ahora sí soy positiva... y decidí que no permitiría que ningún terror me sirviera de sombra.
Más seamos claros, cuando se pasa al contexto de los amigos este trabajo es más difícil. Todo el mundo quiere aconsejarte sobre tratamientos naturales y médicos, o  abrazarte y sobar tu espalda o tus manos... algo así como el "sana, sana colita de rana" y eso está bien. Si no lo hiciera entonces significa que no le importas a nadie. Pero confieso que esas expresiones me incomodaban porque aún no aceptaba que mi vida fuese a cambiar debido al cáncer de mama.
A seis días del diagnóstico, puedo decir que estoy un poco más consciente de que comenzaré una lucha que causará cambios en mi vida. El mismo día que lo supe caí con un virus que aún no me ha pasado, y que asustó a la familia. Menos mal, ya estoy mucho mejor. Pero sé por la experiencia de otros, y por lo poquito que me ha tocado, que lo principal es la actitud y la fortaleza de carácter.
Estoy en Venezuela, ya eso es una prueba difícil para cualquier padecimiento. Ahora mismo, estoy en casa de familiares que se iran del país en menos de un mes... ¿Triste? Pues sí, lo es pero es necesario. No obstante, no voy a dejar que esto me aterre porque confío principalmente en Jehová y sé que Él me sostendrá como lo ha hecho hasta ahora. También tengo el cariño y apoyo de mi familia, y de amigos que son los mejores que cualquiera quisiera tener. Sin duda, esforzarme por ser una buena amiga me está dando frutos ahora que lo necesito. Aunque soy cascarrabias, sermoneadora, hablo más que un loro asustado pero me considero alegre y buena amiga. 
También, cuento con un gran amigo a quien llamo de varias formas, pero que aquí llamaré "Patán", el cual ha servido de gran e incondicional apoyo para mí, y con él todo ha sido menos difícil.
Sin embargo, uno de mis problemas es que necesito algo de estrés para vivir. Puede parecer de locos pero bien, no es que yo sea muy sensata, y la verdad ya estoy pensando en qué proyectos involucrarme... como este blog, que decidí hacer para exponer las cosas que voy aprendiendo.
En fin, creo que escribí mucho y sé que otros días escribiré menos porque no tendré mucho tiempo, solo espero escribir frecuentemente. Si alguien lo lee será muy bonito para mí, aunque ya es bueno escribir para cumplir con una meta.
Hasta la próxima...

Comentarios

  1. Ha sido lo mejor que he podido leer desde hacía tiempo. De verdad me impresiona tu maravillosa actitud. Aprendemos a vivir viviendo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Adriana por tus palabras. Las circunstancias me han enseñado que para mantener una buena actitud se necesita una fe firme y agradecer, agradecer, agradecer... a Jehová, a la vida, a la familia, a los amigos, a lo que tienes que te hace bien, a lo que no tienes que no te hace mal... y a todo aquello de lo cual te puedas aferrar. Besos!

      Eliminar
  2. Waooo... Es impresionante la manera que vez las cosas, créeme que con tu experiencia ayudas a muchos y a la vez pocos.. Por que? Por la sencilla razón que son pocos en realidad que aprenden por ejemplos de otros, por el error tan grande de querer aprende por sus propias experiencias, lo cual es triste pero así es el ser humano imperfecto. Gracias Mary por compartir tu bonita experiencia de como le haces frente a las situaciones que se te han presentado, por usar muy bien la actitud de la resiliencia. Gracias por tu amistad, de verdad gracias por todo. Me siento afortunada de haberte conocido. Quiero seguir leyendo... Seguir aprendiendo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a tí, aunque no sé quien eres pero igual gracias por darme ánimo. He querido escribir mis experiencias porque esto me ayuda a no olvidar, porque el ser humano imperfecto también comete el error de hacerlo. Necesito recordar todo lo que voy dejando atrás porque eso me ayudará a recordar que nunca he estado sola, ni lo estaré. Un abrazo!

      Eliminar
  3. Hola amiga, muy interesante lo que haz escrito, soy Lisbeth, recuerdo cuando recibí mi diagnóstico, no me sentía sorprendida, y por alguna razón aunque sentía mucho miedo a lo que vendría me sentía agradecida a Jehová que era yo y no mi hijo, mi esposo, ni mi mamá. No es facil tener que enfrentarse a tantas cosas, porque al no tener conocimiento de muchas cosas sientes que tienes un laberinto frente a ti y es obligatorio decir por dónde empezar, uno de ellos hace un universo, pero lo me mejor de todo es que Jehová justo en ese momento nos ilumina el camino correcto, sólo hay que apegarse a su dirección. Lo haces muy bien!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lisbeth! Siempre recuerdo tu consejo y dejo que Jehová guíe las cosas. No me empeño en una solución sino que hago lo que esté a mi alcance. Más de una vez me dijeron la frase... "al menos no tienes hijos, es más difícil para quien los tiene". Pero eso depende. Cuando se es negativo, quejumbroso y no se agradece, se puede pensar.. "encima que no tuve hijos, ahora tengo una enfermedad, como sino fuera bastante malo el no haber formado una familia". Pero eso no pasó por mi mente. Di gracias por mis circunstancias. Definitivamente, para sufrir, para ser feliz, para esperar, para todo! solo se necesita enfoque y nosotras decidimos enfocarnos en dejar todo en las manos de Jehová sin paralizarnos. Gracias, porque tu valentía me ha ayudado a ser valiente.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Otro día de quimio y un nuevo aliado: UZO

Un monstruo demasiado agresivo y un super héroe que no aparece en escena